APICULTURA BIODINÁMICA
En BeeHub Guate estamos comprometidos con la conservación y el bienestar de las abejas, practicando una apicultura centrada en ellas y no en el apicultor. Es por ello que los requerimientos productivos del mercado pasan a segundo nivel, con el fin de lograr fortalecer el sistema inmune de las abejas y darles la oportunidad de poder desarrollarse según sus ciclos naturales.
La apicultura biodinámica o natural es diametralmente opuesta a las prácticas de la apicultura convencional en varios sentidos, en los que destacan los siguientes factores:
1. Reproducción de colonias. Las colonias pueden reproducirse sólo por el instinto de enjambrazón, a diferencia de la apicultura convencional en la que este impulso es reprimido por todos los medios posibles. Bajo nuestra filosofía, el instinto de enjambrazón contribuye a reducir ciertas enfermedades bacterianas de las colonias como la loque europea y la loque americana y disminuir la presión del ácaro varroa. En promedio, en un apiario manejado bajo los principios biodinámicos, el 30% de las colonias enjambran cada año, lo que permite la regeneración natural. Este instinto permite la ampliación del número de colmenas en igual porcentaje de manera anual, suponiendo que todos los enjambres son atrapados y colocados en nuevas colmenas.
2. Cera estampada. Este tipo de apicultura no permite el uso de cera estampada, salvo unas pequeñas franjas de cera orgánica que sirvan como guía en el inicio de la construcción de panales. En nuestro método, fomentamos la construcción natural de panales, para evitar el contacto de las abejas a los contaminantes químicos encontrados a lo largo de la cadena de producción de cera estampada. Para la salud de la colonia, la producción de cera y la construcción de los panales son la segunda medida sanitaria importante.
3. Cría de reinas. Renunciamos por completo a la cría artificial de las reinas, y fomentamos la puesta de reinas de manera natural, respetando el instinto de enjambrazón. Esto responde a la necesidad de fortalecer la diversidad genética, la cual se ha ido perdiendo de manera alarmante por medio de los métodos convencionales. Conservar la diversidad genética, y por tanto un máximo de facultades, significa multiplicar las colonias por el instinto de enjambrazón y por el acoplamiento in situ.
4. Adaptación. Las abejas necesitan un tiempo prudente de adaptación, y no se busca hacerlo de manera artificial. Nuestro objetivo es lograr que las abejas que rescatamos se adapten a su nuevo entorno de manera natural y desarrollar una coexistencia sana con la mayor amenaza de la apicultura actual, la varroa. En este sentido, la meta no es eliminar el ácaro, sino mantener colonias lo suficientemente fuertes para que puedan resistir al mismo y adaptarse al entorno.
5. Alimentación. Procuramos en este tipo de apicultura, dejar las suficientes reservas de miel para que sean el único alimento de las abejas. En los periodos de abundante excedente, se permite cosechar miel, pero almacenamos un porcentaje prudente de miel en los marcos, en caso se requiera alimentar a las abejas durante el invierno o cambios climáticos drásticos. La alimentación artificial con azúcar se evita al máximo. La alimentación de las abejas las complementamos con preparados biodinámicos o infusiones (té de abeja) para fortalecer su sistema inmune con plantas medicinales.
6. Revisiones. Las revisiones se hacen en base al calendario biodinámico de María Thun, para favorecer el desarrollo de las colmenas.
7. Protección de la biodiversidad nativa. Estamos comprometidos con la gran diversidad de abejas y polinizadores nativos. Un apiario sostenible debe hacer prevalecer la vida e integridad de todas las especies, por lo que debe existir un balance entre las abejas de la miel, las abejas nativas y el entorno ecológico.